El senador demócrata Bob Menendez, de 70 años, fue declarado culpable de 16 cargos penales en un juicio por corrupción que ha conmocionado a la política estadounidense. Un jurado federal en Manhattan emitió el veredicto tras más de 12 horas de deliberación, poniendo fin a un juicio de nueve semanas que ha revelado una red de sobornos y tráfico de influencias.
Menendez, quien representaba a Nueva Jersey, fue acusado de aceptar cientos de miles de dólares en efectivo, lingotes de oro y pagos de automóviles e hipotecas a cambio de favores políticos. Los fiscales demostraron que el senador utilizó su influencia para canalizar ayuda estadounidense a Egipto y para interferir en investigaciones criminales de empresarios asociados.
El caso expuso evidencias contundentes, incluyendo la incautación de más de 480.000 dólares en efectivo y lingotes de oro en la residencia del senador. Particularmente impactante fue el hallazgo de dinero oculto en sobres dentro de una chaqueta con el nombre de Menendez.
A pesar de los argumentos de la defensa, que intentaron culpar a su esposa Nadine y justificar el efectivo como un hábito familiar, el jurado no se dejó convencer. Este veredicto marca la caída definitiva de un político que ya había enfrentado acusaciones similares en 2017.
Menendez, quien se resistió a dimitir tras ser acusado en septiembre, ahora enfrenta un futuro político incierto. Aunque se presenta como candidato independiente para la reelección, sus posibilidades se consideran mínimas.
Este caso resalta la persistencia de la corrupción en los más altos niveles del gobierno estadounidense y plantea preguntas sobre la integridad del sistema político.
