La Policía detuvo este jueves a Bernardo Sánchez Fretes, sospechoso de haber proveído dinamitas en gel utilizadas en el violento asalto al banco Bancop de Naranjal, ocurrido el pasado 20 de noviembre. El operativo se llevó a cabo en una cantera ubicada en la ciudad de Itá, donde Sánchez Fretes, propietario del lugar, admitió haber adquirido los explosivos de forma legal, pero afirmó haberlos revendido a un tercero.
“El lote fue comprado legalmente a Dimabel, pero luego vendido a personas vinculadas a estructuras criminales”, explicó el comisario Javier Maldonado. Las autoridades investigan los datos proporcionados por el detenido para identificar al comprador y desmantelar la red involucrada.
El asalto a la bóveda del banco fue ejecutado por una banda de 10 hombres que llegaron al lugar en dos vehículos a las 23:25 del 20 de noviembre. Vestidos con ropas tácticas y pasamontañas, los delincuentes desplegaron un plan coordinado: mientras un grupo tomaba el control de una estación de servicio cercana y amenazaba a empleados y guardias con disparos al aire, otro colocaba dinamita en gel para detonar la bóveda del banco.
Tras la explosión, los asaltantes escaparon con G. 2.800 millones, abandonando los vehículos utilizados en el golpe. Hasta el momento, cinco sospechosos han sido detenidos por su presunta participación en el hecho.
Este caso pone en evidencia el uso de explosivos adquiridos legalmente en actividades delictivas, lo que ha encendido alarmas sobre la necesidad de reforzar los controles y rastreo de este tipo de materiales. La Policía continúa con las investigaciones para capturar al resto de los implicados y recuperar el dinero robado.
