La candidatura de Rubén Ramírez Lezcano, canciller de Paraguay, para la secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA) está a punto de ser retirada, según lo confirmó el viceministro de Relaciones Exteriores, Víctor Verdún, en la 55° Asamblea General de la OEA. Este anuncio, en medio de un debate sobre el presupuesto de la organización para el 2025, revela el complicado panorama diplomático que enfrenta Paraguay, cuyo gobierno no logró sumar los votos necesarios de los países miembros, especialmente del bloque caribeño.
Uno de los factores clave en el debilitamiento de la candidatura es la percepción internacional de que ciertas políticas del Congreso, vinculadas al a Honor Colorado, contradicen los derechos humanos y principios democráticos, afectando la imagen que el presidente Santiago Peña desea proyectar. La reciente sanción de la ley que restringe el accionar de organizaciones no gubernamentales (ONG) —promovida por sectores conservadores del Partido Colorado— generó fuertes reacciones de organismos internacionales, entre ellos la ONU, la OEA y Amnistía Internacional, que consideran que esta legislación amenaza la democracia y la libertad de expresión.
Verdún argumentó que el presupuesto aprobado limita las opciones del próximo secretario general y denunció una «descapitalización sistemática» de la OEA, reflejada en la venta de propiedades de la organización. Pese a las dificultades, reiteró el compromiso de Paraguay con la OEA, aunque dejó abierta la posibilidad de retirarse de la contienda, en la que el presidente Peña había invertido esfuerzos diplomáticos.