Paraguay ha dado un paso histórico en la protección de los derechos de los niños y niñas al promulgar una reforma legislativa que eleva las penas por abuso sexual infantil. Con esta nueva ley, las condenas por estos crímenes pueden llegar hasta 30 años de prisión, convirtiendo a Paraguay en el país con las sanciones más severas de la región.
El presidente Santiago Peña firmó la modificación de los artículos 128 y 135 del Código Penal, acompañado por importantes figuras del poder legislativo como Raúl Torre, presidente de la Cámara de Diputados, y Rocío Abed, presidenta de la Comisión de Equidad. Este cambio, que busca erradicar la violencia contra los menores, es un hito en la lucha por la protección de la infancia.
La nueva legislación modifica sustancialmente el enfoque hacia los abusadores sexuales, aumentando las penas de manera significativa. El presidente Peña destacó la importancia de este avance, señalando que, históricamente, las penas por abuso infantil eran inaceptablemente bajas. «Hubo un momento en que el abigeato tenía penas mayores que el abuso a un niño», comentó el mandatario, haciendo referencia a la injusticia que existía en el sistema judicial anterior.
Además, el presidente instó a la sociedad a mantenerse alerta y continuar con las campañas de prevención. «No podemos bajar la guardia. Tenemos que estar unidos como sociedad por nuestros niños», afirmó Peña, haciendo un llamado a la acción colectiva para erradicar este flagelo.
Este logro representa un compromiso firme de Paraguay con la protección de sus menores, asegurando que los abusadores enfrenten sanciones severas, y reafirma el compromiso del país con la erradicación de la violencia sexual infantil.
