Durante gran parte de la pandemia, las imágenes de hospitales desbordados y funerarias concurridas de Estados Unidos han aparecido en gran medida en la televisión controlada por el estado de China, donde la muerte de más de un millón de estadounidenses a causa del covid-19 se describe como un grave fracaso de la democracia occidental.
Ahora, mientras una ola de infecciones sin precedentes arrasa China, sus medios estatales están ignorando deliberadamente escenas de salas de hospital abarrotadas y crematorios repletos en el país mientras que los funcionarios insisten en que, según el recuento del propio gobierno, pocas personas están muriendo de covid-19.
Durante casi tres años, la política de línea dura de cero covid de China protegió a su población del tipo de muertes masivas que atormentaron a las naciones occidentales, un contraste que el Partido Comunista ha repetido repetidamente para ilustrar la supuesta superioridad de su gobierno.
Pero a medida que China abandonó abruptamente esa estrategia, con poca advertencia o aparente preparación, la posibilidad de un aumento de las muertes, proyectado por algunos estudios en hasta un millón, se ha convertido en un tema espinoso para un gobierno que apostó su legitimidad en “salvar vidas».
Oficialmente, China informó solo ocho muertes por covid-19 este mes, una cifra sorprendentemente baja dada la rápida propagación del virus y las tasas relativamente bajas de refuerzo de la vacuna entre los ancianos vulnerables.
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El recuento oficial ha sido recibido con incredulidad y ridículo en línea, donde abundan las publicaciones que lloran a los seres queridos que mueren de covid-19. Caixin, una revista financiera china conocida por sus artículos de investigación, informó sobre la muerte de dos veteranos periodistas de medios estatales infectados con covid-19, en días en que el número oficial era cero.
Otras publicaciones en las redes sociales han descrito la frustración experimentada por muchos al intentar obtener un coche fúnebre y la dificultad de asegurar un lugar para la cremación en una funeraria.
Cuando CNN visitó un importante crematorio en Beijing el martes, el estacionamiento estaba completamente repleto, con una larga fila de autos serpenteando alrededor del área de cremación esperando para entrar. El humo salía constantemente de los hornos, mientras que las bolsas amarillas para cadáveres se amontonaban en el interior de recipientes metálicos.
Coches fúnebres hacen cola para entrar a un crematorio en Beijing el 22 de diciembre.
Familiares afligidos que esperaban en la fila sujetaban fotografías de los fallecidos. Algunos le dijeron a CNN que habían estado esperando durante más de un día para incinerar a sus seres queridos, quienes murieron después de contraer covid-19. Un hombre le dijo a CNN que el hospital donde falleció su amigo estaba demasiado lleno para quedarse con el cuerpo, porque muchas personas habían muerto allí. El cuerpo de su amigo fue dejado en el piso del hospital, dijo.
En las tiendas cercanas que venden artículos funerarios, una florista dijo que se estaba quedando sin existencias, y el dueño de una tienda de conveniencia dijo que el negocio nunca había estado tan concurrido.
En muchas partes del país, los crematorios también están luchando para mantenerse al día con la afluencia de cuerpos, según las imágenes de las redes sociales.
Afuera de un hospital de Beijing designado para pacientes con covid-19, un flujo constante de pacientes ancianos en sillas de ruedas ingresó a las instalaciones cuando CNN visitó el martes. Un hombre fuera del hospital dijo que se estaba acabando el espacio y que tuvo que ir la noche anterior para registrar a su familiar anciano para una cama.
