El negocio de la música está acostumbrado a celebrar la juventud, pero una parte esencial de las giras de rock está dominada por veteranos. Los técnicos de gira, o roadies, que superan los 70 años, continúan siendo figuras clave en la industria. Estos profesionales, que se encargan de afinar instrumentos, ajustar el sonido o montar el escenario, a menudo tienen más experiencia que los propios músicos.
Entre ellos se destacan figuras como Kevin Dugan, de 70 años, que ha trabajado con Michael Anthony (exbajista de Van Halen), y Betty Cantor-Jackson, de 76 años, quien comenzó su carrera con los Grateful Dead en 1968. La longevidad en este oficio es testamento de su habilidad y conocimiento; la experiencia que aportan no tiene reemplazo, y muchos artistas prefieren contar con ellos por su fiabilidad y la relación de confianza construida a lo largo de los años.
El trabajo de un roadie es casi invisible al público, pero crucial para la ejecución de los conciertos. Los técnicos como Bob Czaykowski, de 74 años, y Frank Gallagher, de 77, siguen en la ruta, ajustando cables, micrófonos y asegurándose de que todo funcione perfectamente. Aunque la jubilación acecha, pocos piensan en retirarse, ya que el amor por el trabajo y la carretera sigue siendo más fuerte que cualquier desgaste físico.
Estos roadies de más de 70 años son ejemplos de dedicación y pasión, y siguen demostrando que la experiencia siempre tiene un lugar en la música en vivo.
