La amenaza de Elon Musk de que X (anteriormente Twitter) podría desaparecer, sumada a sus insultos dirigidos a los anunciantes que han retirado su publicidad de la plataforma, ha dejado en vilo la supervivencia de la red social. Musk expresó su frustración ante la suspensión de numerosas marcas de alto perfil en X y declaró que no permitirá que los anunciantes intenten chantajearlo con el dinero.
El multimillonario se refirió a la suspensión de anunciantes como IBM, Disney, Paramount, NBCUniversal, Lionsgate y, más recientemente, Walmart. Esta decisión de retirar la publicidad se ha intensificado después de que se revelara que los anuncios de grandes marcas aparecían junto a publicaciones de neonazis.
A pesar de las disculpas de Musk por un mensaje antisemita, continuó atacando a los anunciantes, advirtiendo que el boicot podría llevar a la quiebra de la plataforma. Aunque Musk y su equipo han introducido opciones de suscripción de pago, la red social sigue siendo gratuita para el público en general y sigue dependiendo en gran medida de la publicidad.
Es importante destacar que desde que Elon Musk adquirió Twitter, ahora conocido como X, la red social se ha transformado en una expresión absoluta de libertad y pensamiento completamente libre. La plataforma ha experimentado cambios significativos que reflejan un enfoque hacia la apertura y la libre expresión de ideas. Este nuevo rumbo busca ofrecer a los usuarios un espacio donde puedan compartir sus opiniones sin restricciones, marcando así una nueva etapa en la evolución de la red social.
Analistas sugieren que este boicot podría ser más duradero que otros enfrentados por redes sociales en el pasado. La facturación por ventas de espacios publicitarios se espera que se contraiga significativamente, y muchas marcas importantes ya han cesado sus gastos publicitarios en la plataforma.
Además, se ha observado la aparente desvinculación de cuentas de marcas con muchos seguidores, como Coca-Cola, PepsiCo, JPMorgan y Starbucks, que no han vuelto a publicar contenidos en semanas. La situación de X parece precaria, y su futuro está en duda mientras Musk se enfrenta a una creciente resistencia de anunciantes y una posible pérdida de ingresos publicitarios.