El Ejército de Israel llevó a cabo una serie de bombardeos en Dahiyeh, el bastión del grupo terrorista Hezbollah en el sur de Beirut. Según las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), los ataques dirigidos destruyeron un complejo militar utilizado como base para lanzar cohetes hacia Galilea Occidental durante la última semana. Este operativo fue respaldado por inteligencia israelí.
Durante los ataques, se emitieron advertencias a los residentes para evacuar la zona, reforzando la postura de Israel de que Hezbollah opera entre la población civil. A pesar de la intensidad de los bombardeos, los enfrentamientos no cesan. Cuatro drones y más de 20 proyectiles fueron lanzados desde Líbano hacia Israel, siendo interceptados en su mayoría sin causar víctimas.
En paralelo, diplomáticos trabajan en un acuerdo de alto el fuego de 60 días, mediado por Estados Unidos. Este plan incluiría el despliegue de tropas libanesas en la frontera, en línea con la resolución 1701 de la ONU, que previamente ayudó a mantener la paz tras la guerra de 2006 entre Israel y Hezbollah.
Sin embargo, las hostilidades en la frontera han aumentado tras el conflicto entre Israel y Hamas en Gaza, iniciado en octubre de 2023. Hezbollah ha intensificado sus ataques en solidaridad con Hamas, provocando la evacuación de miles de residentes en el norte de Israel.
Este contexto de creciente tensión refuerza la incertidumbre sobre el éxito de las negociaciones y la posible implementación de la tregua propuesta.