El pasado fin de semana, un devastador incendio forestal arrasó con entre 30 y 45 hectáreas en la zona de la Ecovía Luque-San Bernardino, en el área central de Paraguay. El siniestro comenzó el sábado, pero fue el domingo cuando alcanzó su mayor magnitud, movilizando a un total de 107 bomberos voluntarios, quienes, con el apoyo de la brigada de la Secretaría Nacional de Emergencia (SEN), lograron controlar el fuego recién a las 21:00 horas. Sin embargo, varios focos aún persisten en los humedales y se están evaluando nuevos envíos de personal para continuar con las labores de extinción.
Ray Mendoza, Segundo Comandante del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay, destacó que las causas de este incendio son mayormente humanas, atribuibles a actividades ilegales como la caza furtiva, la pesca no autorizada y la extracción de miel. «Es un factor humano el que está provocando estas quemas. Además, la gente comienza a limpiar sus terrenos en esta temporada de verano», señaló Mendoza.
La situación se complica aún más debido a un desperfecto mecánico en el sistema Bambi, que lanza agua desde el aire, y que necesita ser reparado para poder reforzar los esfuerzos de control.
Este incendio es solo uno de los 24 reportados el domingo, de los cuales ocho fueron de gran importancia, y afectaron a varias otras localidades como Emboscada, San Juan Misiones, Ayolas y Alto Paraná. La creciente frecuencia de incendios en estos ecosistemas subraya la necesidad urgente de medidas preventivas más efectivas ante la temporada alta de calor.
