Los cuerpos de 50 migrantes muertos fueron encontrados en el remolque de un camión abandonado al suroeste de San Antonio, Texas. El macabro hallazgo fue confirmado por las autoridades locales. “Uno no viene a trabajar esperando abrir la puerta de un tráiler y toparse con una pila de personas muertas”, dijo ya entrada la noche Charles Hood, el jefe de bomberos, durante una conferencia de prensa.
Hood aseguró que las personas encerradas en el remolque no tenían agua ni aire acondicionado, y en una zona que protagonizó una intensa ola de calor a lo largo del fin de semana. Los servicios de emergencia rescataron a 16 personas, 12 adultos y cuatro menores, quienes estaban conscientes a la hora de ser trasladados a hospitales de la ciudad, a 250 kilómetros de la frontera con México. De los fallecidos, 22 han sido identificados como mexicanos, siete guatemaltecos y dos hondureños.
“Los pacientes estaban muy calientes al tacto, habían sufrido un golpe de calor”, declaró Hood sobre los migrantes que fueron enviados a los hospitales University, Methodist, Baptiste y Santa Rosa West Overhills. Se espera que los 16 heridos sobrevivan, de acuerdo con la versión del encargado del cuerpo de bomberos. Entre los heridos había por lo menos dos ciudadanos guatemaltecos, aunque ninguna autoridad estadounidense ha confirmado por el momento las nacionalidades de los migrantes. William McManus, el jefe de policía de San Antonio, señaló que hay tres personas arrestadas. De momento, no ha trascendido cuál ha sido el papel de los detenidos en la nueva tragedia, que engrosa el drama migratorio en América.
Según las autoridades, la policía respondió a una llamada a los servicios de emergencia a las 17.55 del lunes. Una persona informaba de la presencia de un cuerpo en las calles de Cassin y Quintana, cerca de la base de la Fuerza Aérea de Lackland, a solo 16 kilómetros del centro de la ciudad. El testigo que llamó al 911 aseguró que había oído gritos que provenían del interior del remolque del camión, aparcado en paralelo de unas vías de tren.
La policía llegó y encontró en el sitio un cuerpo afuera del vehículo, de cabina roja. “Había otros visibles en cuanto abrieron la puerta del camión”, declaró Hood. Al sitio llegaron 20 unidades con 65 bomberos y una decena de ambulancias. Los heridos, aún dentro del remolque del vehículo, estaban demasiado débiles como para abrirse paso entre los restos. El primero fue rescatado siete minutos después de las seis. El último, a las 18.57.