La inesperada muerte del cantante británico Liam Payne, exintegrante de One Direction, ocurrida el 16 de octubre en un hotel de Buenos Aires, dejó consternado al mundo del espectáculo. A los 31 años, Payne sufrió un accidente fatal al caer desde el balcón de un tercer piso en Palermo, Buenos Aires. Pese a los esfuerzos de los médicos, no logró sobrevivir.
Payne deja una considerable fortuna estimada en 70 millones de dólares, proveniente de su exitosa carrera musical y diversos emprendimientos. Desde sus inicios en el programa de talentos The X Factor hasta la cúspide de su carrera con One Direction, Payne acumuló una fortuna considerable. Entre sus activos destacan mansiones en Malibú y Surrey, así como su participación en campañas de marcas prestigiosas como Hugo Boss y su incursión en el arte digital con NFTs.
La mayor parte de su herencia será para su hijo Bear, de 7 años, fruto de su relación con la cantante Cheryl Cole. Payne había expresado en entrevistas su deseo de que todo su patrimonio quedara en manos de su hijo. También se especula que su madre, Karen Payne, podría gestionar los bienes hasta que Bear alcance la mayoría de edad.
Entre sus propiedades más destacadas está la lujosa mansión en Surrey, adquirida por 8,5 millones de dólares, y una residencia en Malibú, vendida en 2021. La trayectoria del artista, desde su éxito musical hasta su diversificación en la moda y el arte digital, deja un legado multimillonario que asegura el futuro de su hijo.
