miércoles, diciembre 25, 2024

Europa revive la pesadilla: las terapias intensivas colapsan en la segunda ola del coronavirus

En Italia, Francia, España y otros países advierten que quedan pocas camas disponibles. Y escasean los médicos y enfermeros para atender a los pacientes.

En Italia, filas de ambulancias estacionan frente a los hospitales esperando que haya camas y, en Francia, la aplicación de rastreo del coronavirus del gobierno muestra en forma destacada que la capacidad de las terapias intensivas que ocupan los pacientes de coronavirus es del 92,5% y va en aumento. En la unidad de terapia intensiva de Barcelona, no hay fin a la vista para los médicos y las enfermeras que ya soportaron esto una vez.

La terapia intensiva es la última línea de defensa para los pacientes graves de Covid-19 y Europa se está quedando sin camas y sin los médicos y las enfermeras que los atienden.

En un país tras otro, la carga de pacientes con el virus en terapia intensiva se está acercando y a veces supera los niveles que se vieron en el pico de la primavera pasada. Los funcionarios de salud, muchos de los cuales recomiendan un regreso a confinamientos más estrictos, advierten que agregar camas no servirá de nada porque no hay suficientes médicos y enfermeras capacitados para atender en ella.

En Francia, más de 7.000 trabajadores de salud se capacitaron en técnicas de terapia intensiva desde la primavera pasada. Se ha convocado a estudiantes de enfermería, residentes y paramédicos, según dijo el ministro de Salud Olivier Veran.

“Si bien la movilización existe y es buena, no es infinita”, declaró la semana pasada, cuando las UTI ocuparon el 85% de su capacidad. “No es suficiente”.

En cuestión de días, la ocupación aumentó otros 7 puntos porcentuales y el ministro advirtió que continuaría subiendo. Y, a diferencia de la primera ola de la primavera pasada, el virus ahora está en toda Francia, haciendo que sean menos prácticos los traslados de una región a otra en trenes de alta velocidad. Un hospital de la ciudad de Marsella hace poco alquiló camiones refrigerados previendo un aumento de muertes en las UTI.

En Italia, Filippo Anelli, titular de la asociación nacional de médicos, dijo que, al ritmo actual de contagios, pronto no habría suficientes médicos para atender a los pacientes. Hace poco en Nápoles, el personal de enfermería empezó a revisar a las personas mientras estaban en sus autos frente a las salas de guardia, esperando que se liberara espacio.

Italia tiene un total de 11.000 camas de terapia intensiva, pero sólo anestesistas suficientes para 5.000 pacientes, dijo Anelli. El lunes, estaban ocupadas en todo el país 2.849 camas, 100 más que el día anterior.

El paciente promedio de coronavirus con síntomas graves tarda de siete a diez días en pasar del contagio a la internación. Quienes son hospitalizados a menudo necesitan permanecer durante semanas, mientras siguen llegando más pacientes. Estos cálculos matemáticos son inexorables mientras la tasa de contagios sigue creciendo.

Pacientes de Francia, Bélgica y los Países Bajos están siendo evacuados a unidades de terapia intensiva de Alemania, pero los médicos alemanes dicen estar viendo que el número de camas libres se reduce rápidamente.

El Dr. Uwe Janssens, director de la Asociación Interdisciplinaria de Terapia Intensiva y Emergentología, dijo que algunas zonas urbanas están llegando a niveles precarios.

“Cuando una ciudad de millones de habitantes sólo tiene 80 o 90 camas libres, esa puede ser una masa crítica porque no sólo está el Covid-19, también hay accidentes de tránsito, ataques cardíacos, embolias pulmonares, etc.”, explicó.

En las últimas dos semanas solamente, el número de pacientes con coronavirus tratados en terapia intensiva de Alemania se triplicó de 943 a 2.546. Sin embargo, Janssens reconoció que la situación en ese país está mejor que en Francia, Bélgica, los Países Bajos y Gran Bretaña.

Alemania tiene unas 34,5 camas de terapia intensiva cada 100.000 habitantes, sin contar la reserva de emergencia. Italia tiene 10 y Francia tiene 16, aclaró.

“Pero una cama, un respirador y un monitor no significan que el paciente pueda ser atendido. En lo que hace a enfermeras y personal especializado, Alemania está muy retrasada”, dijo. “Tenemos muchas camas pero no suficiente personal para ellas”.

España posee las mismas limitaciones, pero sufrió muertes por coronavirus que ya llegan a una magnitud que Alemania aún no ha visto.

“Por un lado, los trabajadores de la salud están cansados; por otro, la cantidad de personas que están trabajando en el frente de batalla es limitada”, dijo el Dr. Robert Guerri, director del departamento de enfermedades infecciosas y coordinador de internaciones por Covid-19 del Hospital del Mar de Barcelona.

Su unidad de coronavirus se llenó en octubre, después se colmó la unidad de cuidados críticos. Aun con la tasa de contagio en leve descenso, no sabe cuándo se liberará alguna de esas camas.

En el vecino Portugal, Fernando Maltez tiene 40 años de experiencia en elaborar planes de emergencia para amenazas de salud por ser uno de los expertos más destacados del país en enfermedades infecciosas. Esta es distinta.

En los siete meses comprendidos entre comienzos de marzo y el fin de septiembre, Portugal contó oficialmente más de 75.500 casos de Covid-19. En el mes de octubre solamente, contó casi 66.000.

En total, había 391 pacientes de coronavirus en las UTI de Portugal el lunes, cuando el país impuso un toque de queda. Durante la peor semana de la primavera pasada, las UTI habían tenido 271 pacientes de coronavirus.

“El fin no está a la vista”, dijo Maltez en el pabellón de enfermedades infecciosas que dirige en el Hospital Curry Cabral de Lisboa, donde las veinte camas de UTI reservadas para pacientes con coronavirus ahora están todas ocupadas. “Ningún servicio de salud del mundo puede hacer frente a una avalancha de casos que siguen llegando”.

Gran parte de Europa oriental, que se salvó de la tremenda ola de la primavera pasada, está en la misma situación. Hungría advirtió que sus UTI se quedarían sin espacio en diciembre conforme al peor de los escenarios, y las internaciones en Polonia han triplicado los niveles de la primavera.

A fines del mes pasado, tropas de la Guardia Nacional estadounidense con capacitación médica volaron a la República Checa para trabajar junto a los médicos, y el alcalde de Praga hizo guardias en un hospital.

Hay algunas señales de esperanza. Bélgica, proporcionalmente entre los países más afectados de Europa en cuanto a casos de coronavirus, está viendo indicios crecientes de un punto de inflexión en la crisis después de una cuarentena parcial.

Las admisiones hospitalarias parecen haber llegado a su pico con 879 casos el 3 de noviembre y cayeron a unas 400 el domingo, dijo el virólogo Yves Van Laethem.

Se temía que la capacidad de 2.000 camas de UTI se agotara la semana pasada, pero Steven Van Gucht, virólogo del grupo de salud del gobierno Sciensano, dijo que el ritmo allí también se está reduciendo.

“El tren de alta velocidad se está desacelerando”, al menos por ahora, señaló.Clarin.

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