La esteña Jacqueline Cabañas, de 26 años, culminó la maestría “Msc Electrical Power Engineering” en la reconocida Universidad de Edimburgo (Escocia). Fue adjudicada en el 2019 con la prestigiosa beca Chevening del Reino Unido.
Es egresada de la carrera de Ingeniería Electromecánica (2015), con énfasis en electrónica en la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción, sede Alto Paraná, y forma parte del plantel de colaboradores del Parque Tecnológico Itaipu (PTI). Conversó con La Clave sobre su paso por una de las universidades más prestigiosas del mundo y los desafíos que le tocó afrontar en el extranjero.
Culminaste la maestría en “MSC Electrical Power Engineering”, ¿cómo fueron estos meses de estadía?
Muy enriquecedor, Escocia y hablo mejor por Edimburgo que es una ciudad hermosa y bastante segura, eso ayudó a que mi estadía sea fácilmente llevadera. Las personas fueron y son en su mayoría muy amables, entonces no te sentís tan extranjero. Pero sí, el clima es algo muy peculiar, en el “verano” la máxima llegó a 20°C, pero aun así dio gusto disfrutar, aunque sea un ratito el calor, del sol, en verano. Realmente venir a estudiar en el exterior es una experiencia que te enseña bastante en varios aspectos; te ayuda a crecer, a superarte y a valorar más tus raíces.
¿Te costó adaptarte al método de enseñanza?
Al comienzo fue algo abrumador, ya que no hubo un tiempo de adaptación para entrar de a poco a la vida académica. Como la maestría fue de un año, dijeron que sería intenso y no mintieron. Pero una vez que vas socializando, vas conociéndole a tus compañeros, pronto se formaron grupos de estudios y nos ayudábamos entre todos. El inglés fue otro aspecto que hizo que al comienzo sea difícil adaptarse y tratar de entender las clases con los diferentes acentos de los profesores y los nuevos términos técnicos que no conocía. Pero la universidad da mucho soporte y oportunidades para asegurar que estás aprendiendo y entendiendo las clases. Igualmente, depende mucho de uno para que no te supere todas las cosas nuevas, hay que aprender a “despabilarse”, como se dice, y enfrentar todo con seguridad y sin miedo.
Tu formación se dio en medio de la pandemia del Covid-19, ¿afectó eso al plazo de duración de la maestría?
No, no afectó la duración, ya justo un poco al final del segundo semestre fue la cuarentena total, entonces culminé las clases del segundo semestre en mi departamento. Mi maestría tenía exámenes escritos y eso pasó a ser online. Mi tesis también la presenté online.
En la universidad donde estudiaste, ¿cómo afrontaron la pandemia?
Bastante bien realmente, la universidad nos dio mucho soporte en varios aspectos, no solamente académico sino que personal. Armaron varios programas para ayuda de la salud mental, como mantenerse activo a pesar de la cuarentena, nos mantenían siempre informados de cómo serían las clases online, el examen y la tesis. Lastimosamente, algunos eventos que eran parte de la maestría no se pudieron llevar a cabo, como visitas técnicas o prácticas en el laboratorio. También el acto de graduación presencial de mi promoción fue suspendido, tuvimos acto de graduación online, pero nos informaron que, si se llega a realizar el presencial para la promoción de este año, estaremos invitados a participar.
A partir de tu experiencia en el extranjero, ¿cuál es tu opinión sobre la educación universitaria en Paraguay?
Terminé Ingeniería Electromecánica con énfasis en electrónica en la UCAP y con respecto a mi área, quedé aliviada de que para algunas materias se debía usar herramientas que había aprendido a utilizar en la universidad. Eran tareas más avanzadas obviamente por ser una maestría, pero la base de cómo se utilizaba ya la tenía; entonces, eso ayudó bastante. Lo que sí cabe destacar es que la universidad tiene mucho fondo para desarrollo de proyectos y de investigación científica, este aspecto se está trabajando para mejorar en las universidades del Paraguay. La Universidad de Edimburgo tiene laboratorios bien equipados para todas las carreras, que es crucial que toda universidad disponga.
Otro punto muy importante es que la Facultad de Ingeniería tiene mucha relación con empresas del Reino Unido, la inserción laboral al terminar la carrera es facilitada por la universidad, organizan ferias de empleos por área de especialización, brindan esa oportunidad de conocer a empresas y futuros potenciales empleadores, y esto hay que potenciar más en Paraguay. Soy testigo del beneficio que trae la relación universidad-empresa.
El año pasado, en enero, la Facultad de Ingeniería lanzó varios programas de pasantía remuneradas de empresas de Escocia, cuya duración era de dos meses. Me postulé para una de ellas, quedé seleccionada para la entrevista y después me contrataron para la pasantía. El proyecto en el que debía trabajar era sobre sistemas de paneles solares, y lo que hizo que haya quedado para la entrevista fueron los conocimientos adquiridos en la UCAP y en el PTI. Al culminar el periodo de pasantía, me contrataron por medio tiempo hasta que termine la maestría y, luego de la maestría me contrataron tiempo completo hasta febrero de este año, ya que en marzo vuelvo a Paraguay.
Considero que en nuestro país se tiene educación universitaria de calidad. Como siempre menciono, estoy trabajando acá (en Edimburgo) utilizando las cosas que aprendí en el tercer año de la universidad, entonces es cuestión de confiar en nuestra capacidad, animarse y no achicarse porque tenemos mucho potencial, hay que descubrir y saber utilizarlo. Mi consejo será siempre animarse a ir más allá de la zona de confort, esforzarse en la universidad, tomar en serio las clases, aprender todo lo máximo posible, cuidar el promedio que uno no sabe cuántas puertas puede abrir ese esfuerzo y los conocimientos adquiridos, tanto en la universidad como en el área de trabajo.
Debido a la pandemia del coronavirus, la defensa de tesis de la joven fue online.
¿Cuáles son tus planes a partir de esta nueva etapa de tu carrera profesional?
El PTI me concedió permiso sin goce de sueldo para este periodo. A mi regreso, mi plan es trabajar con mis compañeros del Parque Tecnológico en proyectos donde voy a aplicar lo aprendido, tanto en la universidad como en el ámbito laboral, en especial en al área de energías renovables. Asimismo, seguir ayudando con la promoción de las becas Chevening, por ejemplo. El equipo de Chevening Alumni lanzó varios talleres para aplicar a becas, en donde estuve ayudando como mentora de los interesados para el proceso de aplicación, estoy segura de que más talleres se llevarán a cabo y planeo ayudar con ello.
Tus momentos difíciles, ¿cuáles fueron y cómo los superaste?
El que marcó más fue la cuarentena, cuando de repente todo lo que se consideraba normal acabó, la vida social, los estudios en las librerías y esa incertidumbre generaba mucha ansiedad; era lidiar con todo eso y continuar con la etapa crucial y final de la maestría. No fue fácil, pero gracias a Dios encontré bastante apoyo de mis familiares y amigos y pudimos sobrellevar juntos la idea de la nueva vida en época de pandemia y aun así pude culminar con mérito mi maestría.
FUENTE: laclave.com.py
