A pesar de una inversión de USD 84 millones, el complejo gubernamental en el puerto de Asunción permanece prácticamente vacío, generando críticas sobre la gestión de los recursos públicos.
Un proyecto faraónico concebido para modernizar la administración pública paraguaya se ha convertido en un símbolo del despilfarro y la ineficiencia. El complejo gubernamental ubicado en el puerto de Asunción, que requirió una inversión de USD 84 millones, permanece prácticamente vacío a más de un año de su inauguración.
A pesar de que se esperaba que este megaedificio concentrara a diversas instituciones estatales y permitiera ahorrar millones de dólares en alquileres, la realidad es otra. La falta de mobiliario adecuado, una planificación deficiente y una gestión ineficiente han dejado las modernas instalaciones prácticamente abandonadas.
La situación ha generado un intenso debate sobre el uso de los recursos públicos y la falta de transparencia en la ejecución de grandes proyectos. Expertos en administración pública señalan que este caso es un claro ejemplo de cómo la mala gestión puede llevar al desperdicio de fondos públicos y perjudicar a la ciudadanía.
Si bien las autoridades han prometido solucionar el problema y trasladar las instituciones a las nuevas oficinas, hasta el momento no se han concretado avances significativos. La ciudadanía exige respuestas y una gestión más eficiente de los recursos públicos.
