La Cámara de Diputados aprobó un aumento de G. 24.900 millones para su presupuesto en 2025, sin embargo, decidió mantener el gasto en vales de combustible para los parlamentarios, lo que ha generado controversia. Este monto, que originalmente estaba destinado para el seguro médico VIP de los legisladores, se redirigirá a la reparación del edificio del Congreso. En un contexto donde la salud de los ciudadanos y el bienestar social son temas cruciales, la decisión ha sido duramente criticada.
El legislador liberal Adrián Billy Vaesken propuso que parte de los fondos destinados a los vales de combustible, que ascienden a G. 7.500 millones, sean redirigidos a programas de salud, como el Hospital de Trauma o a proyectos de apoyo a la agricultura familiar campesina. Sin embargo, su moción fue rechazada.
En paralelo, se aprobó la permanencia del seguro médico VIP para los senadores, con un monto asignado de G. 594 millones, lo que genera aún más malestar entre los sectores que piden mayor inversión en salud pública y menor gasto en beneficios exclusivos para los legisladores.
La propuesta de cambiar el seguro médico VIP por la afiliación de los parlamentarios al Instituto de Previsión Social (IPS) tampoco prosperó, y la discusión se tornó aún más polémica cuando el diputado Jatar Fernández desafió a su colega Johanna Ortega a dar a luz en un hospital público. La diputada respondió con firmeza, destacando la necesidad urgente de reformas en el sistema de salud, para que todas las mujeres puedan acceder a un servicio digno y seguro.
Mientras tanto, la Cámara de Diputados sigue priorizando su propio mantenimiento y beneficios personales, dejando a un lado las verdaderas urgencias sociales del país.
