La Municipalidad de Mariano Roque Alonso atraviesa un crítico desajuste financiero que pone en riesgo la continuidad política de Carolina Aranda y su familia. La intendenta, que busca mantenerse en el cargo o lograr una sucesión familiar, enfrenta reclamos de salarios atrasados, deudas millonarias y una baja recaudación. Según Félix Arrúa, concejal del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), esta falta de pago ya afecta a funcionarios municipales y concejales, quienes han esperado sin éxito el cumplimiento de sus haberes desde hace dos meses.
Las dificultades financieras incluyen un faltante de 5.000 millones de guaraníes en “cajas paralelas”, según versiones de los propios empleados, además de una deuda de más de 13.400 millones a la Caja de Jubilaciones y Pensiones del Personal Municipal. Esta última, acumulada desde mayo, ha encendido alarmas entre los concejales y el personal, que temen que la administración liberal no logre revertir la situación a tiempo para cumplir con el aguinaldo y otras obligaciones.
El panorama electoral tampoco favorece a Aranda: el PLRA teme que la falta de gestión y el deterioro urbano conviertan a la ciudad en un terreno fértil para un candidato independiente o “outsider”. La caída en su popularidad podría ceder el camino a Julián Vega, precandidato colorado, quien busca renovar la confianza de la ANR en la ciudad.
Por su parte, la administración de Aranda intenta, con un paquete de inversiones proyectado para el próximo año, restaurar la imagen del municipio y recuperar el respaldo de los ciudadanos de Mariano Roque Alonso, una zona estratégica con fuerte inversión extranjera, principalmente en el sector inmobiliario. Sin embargo, si no se presentan soluciones rápidas, su gestión podría ser desplazada antes de lo previsto.
