Se desaconseja el uso de tapaboca de tela y aquellas con válvulas. Para lograr un alto nivel de protección, el tapaboca debe ajustarse bien al rostro, cubriendo desde la nariz hasta el mentón.
Ante la acelerada propagación de la variante Ómicron en un periodo corto de tiempo, la Dirección de Vigilancia de Enfermedades Transmisibles a través del Programa Nacional de Prevención, Vigilancia y Control de Infecciones Hospitalarias, y la Sociedad Paraguaya de Infectología recomiendan el uso de tapaboca quirúrgico para la población y N95 para el personal de salud, a los efectos de mitigar la explosión de contagios, teniendo en cuenta que son las que otorgan mayor protección, incluso ante la variante Ómicron.
Se desaconseja el uso de tapaboca de tela y aquellas con válvulas. La primera ofrece un bajo nivel de protección, mientras que el tapaboca con válvula, aunque puede proteger al que lo usa no protege al entorno, debido a su ventilador unidireccional que permite que el aire se exhale, resultando en la expulsión de gotitas respiratorias que pueden llegar a otras personas y de esta manera transmitir el virus de COVID-19.
La variante Ómicron es mucho más transmisible que las otras variantes, incluso la Delta. Ómicron muestra un aumento de 13 veces en la infectividad viral y es 2,8 veces más infeccioso que la variante Delta (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34033342/).
Andar sin tapaboca es un riesgo ante la alta circulación comunitaria del COVID-19. El tapaboca es la barrera de defensa contra el virus y sus diversas variantes; nos protege de adquirir y de contagiar a los demás en caso de estar infectados. Para lograr la protección adecuada, es importante colocar el tapaboca de manera correcta, que cubra por encima de la nariz hasta por debajo del mentón.
Además del uso correcto y sostenido del tapaboca, es importante estar vacunado y seguir con las demás medidas de protección y prevención: ventilación cruzada de ambientes cerrados (aún con el acondicionador de aire encendido), distancia física, lavado correcto y frecuente de manos, claves para frenar la transmisión del virus pandémico.
Al utilizar el tapaboca:
• Asegúrese que esté bien sujeta a su rostro, para contar con una alta protección frente al COVID-19.
• No toque la parte frontal, si lo ha hecho, lávese las manos de inmediato.
• Al quitarse el tapaboca, colóquelo en una bolsa de plástico y luego deséchelo en el basurero. Posteriormente lávese correctamente las manos.
• Si el tapaboca se ha humedecido, cámbielo. Se aconseja cambiar el tapaboca cada 4 a 6 horas o hasta que esta se humedezca.
Recomendaciones para personal de salud
La OMS recomienda el uso de respiradores y mascarillas:
• Los trabajadores de la salud deben usar un respirador (FFP2, FFP3, N95) aprobado por NIOSH, o un respirador certificado equivalente o de nivel superior, o una mascarilla médica junto con otro equipo de protección personal (PPE) en salas donde haya un paciente con COVID-19 sospechado o confirmado.
• Los respiradores deben usarse en entornos de atención donde se sabe que la ventilación es deficiente.
• Siempre debe asegurarse el ajuste apropiado de la mascarilla (para los respiradores mediante la prueba de ajuste inicial y la verificación del sello y para las mascarillas médicas mediante métodos para reducir las fugas de aire alrededor de la mascarilla), así como el cumplimiento del uso apropiado de EPP y otras precauciones. Por consiguiente, en áreas donde no se garantice la buena ventilación, buena cohorte y en áreas donde se generan aerosoles se deberá utilizar el respirador FFP2, FFP3, N95.