La Dra. Sandra Irala, directora interina de Vigilancia de la Salud, explicó que el SARS-CoV2, causante de la COVID-19, es un virus respiratorio emergente con un transmisión y comportamiento similar al virus de la influenza, pero con algunas diferencias, entre la que destacó los casos asintomáticos que se observaron desde el inicio de la pandemia.
En esa línea, la doctora recordó que la pandemia de influenza H1N1 se registró en el 2009 y tuvo una duración de 14 meses, mientras que el periodo pandémico con el COVID-19 va más de 20 meses.
De acuerdo a la tendencia es muy probable que el SARS-CoV2 se convierta en un virus respiratorio que tendrá sus picos estacionales. Según indicó, esto determinará el número de casos, sobre todo en lo que respecta a gravedad (hospitalizaciones y fallecidos) y la vacunación marcará la pauta.
La perspectiva es que -la COVID-19- , según destacó, es una infección que probablemente se convierta en un virus respiratorio más, pasible de vacunación, un virus potencialmente grave y mortal en el que la cobertura de vacunación tendrá que ser una prioridad.
“En estos momentos tenemos una disminución de casos y fallecidos. La proyección a corto plazo (a un mes) o mediano plazo (a tres meses) mantener estos números bajos”, declaró la titular de Vigilancia de la Salud.
En tal sentido, recomendó continuar con el uso correcto de mascarilla, la distancia física, el lavado de manos, la ventilación de ambientes, así como la vacunación contra el COVID-19 para evitar las formas graves de la enfermedad.