La película Emilia Pérez, dirigida por Jacques Audiard, ha generado una ola de críticas en Latinoamérica debido a su tratamiento superficial de temas sensibles como la identidad de género y el narcotráfico mexicano. A pesar de haber recibido elogios internacionales y acumular diez nominaciones a los Globos de Oro, el filme ha sido duramente cuestionado por su representación de la cultura latina, especialmente de México, y por perpetuar estereotipos dañinos.
La trama sigue a Juan «Manitas» Del Monte, un narcotraficante mexicano que, tras someterse a una cirugía de reasignación de género, se convierte en Emilia Pérez. Sin embargo, la falta de un enfoque profundo sobre la realidad mexicana y su cultura ha provocado rechazo, especialmente por la falta de autenticidad en el elenco y la desconexión con las realidades sociales de la región. Selena Gómez, quien interpreta a un personaje latino, ha sido criticada por su pronunciación del español y la elección de un guion que ajusta su papel a su perfil estadounidense, lo que ha reavivado el debate sobre la apropiación cultural.
Además, el director no dedicó tiempo suficiente para entender la cultura mexicana, lo que ha sido visto como un error. Emilia Pérez ha sido descrita por algunos como una forma de apropiación cultural, mientras que otros consideran que abre un necesario diálogo sobre género y representación.