La guerra social entre el delantero del Milan Zlatan Ibrahimovic y EA Sports por los derechos de imagen y el uso de nombres y rostros de jugadores en la serie FIFA no parece querer calmarse .
Según el último twitter del delantero sueco, parece que tanto la FIFPro como el AC Milan nunca han firmado contratos para vender los derechos de imagen a la casa de software canadiense. Estas declaraciones contrastan con lo declarado por las empresas a través de comunicados de prensa oficiales.
La historia se complica. ¿Por qué Ibrahimovic a través de las redes sociales dijo que FIFPro y el AC Milan no han celebrado acuerdos con EA Sports cuando la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales a través de las páginas de The Telegraph ha publicado declaraciones en las que afirma lo contrario?
¿Será una coincidencia que el sueco haya decidido dar respuesta a las declaraciones de la casa de software canadiense pocos minutos después de la presentación de las tarjetas Icon del centrocampista inglés David Beckham ? A estas alturas es razonable pensar que el problema surgió cuando tanto Ibrahimovic como su agente Raiola tuvieron conocimiento de los términos contractuales pactados con el ex Real Madrid, que prevén el pago de una cantidad cercana a los 45 millones de euros.
El representante del futbolista sueco, Mino Raiola, dijo que alrededor de 300 jugadores están considerando emprender acciones legales por el uso de sus imágenes en los títulos de la FIFA.
¿Tiene razón Ibrahimovic en quejarse?
Sí y no. El controvertido delantero sueco no ha dado su consentimiento expreso para que se utilice su imagen y su nombre en el FIFA 21. Pero esto tiene trampa. FIFPro (Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales) se encarga de dar cobertura legal a casi 40.000 jugadores profesionales y actúa como un sindicato unificado para velar por los intereses de los futbolistas. Como tal, FIFPro, que sólo depende de la FIFA, negocia colectivamente los derechos de todos los jugadores que representa. Es decir, que si decide vender las imágenes de los jugadores o de los clubes, no tiene por qué pedir permiso expreso a cada uno de los futbolistas o entidades deportivas.
