Un mar de devotos se congregó en Tañarandy para revivir la Pasión de Cristo en una muestra conmovedora de fe y devoción. Cerca de 30.000 fieles se unieron en este Viernes Santo para participar en las ceremonias religiosas que conmemoran la crucifixión y resurrección de Jesucristo.
Desde temprano, la localidad de Tañarandy, en el Departamento de Misiones, se llenó de fervor con la procesión de la Dolorosa, guiada por un sendero iluminado por velas, antorchas y faroles. Bajo la dirección del renombrado artista plástico Koki Ruiz, los fieles fueron testigos de cuadros vivientes que recrearon los momentos más trascendentales de la Pasión, muerte y resurrección de Jesús.
El legado cultural de Ruiz, quien ha sido un pilar fundamental en la promoción del arte y la tradición en la región, quedó plasmado en el documental «Mborayhu porã», proyectado al término de la procesión. Su arte no solo ha cautivado al mundo, sino que también ha contribuido al desarrollo turístico y comunitario de Tañarandy.
La participación activa de la comunidad local, así como de grupos estacioneros de diferentes localidades como Luque, Capiatá y Areguá, añadió un elemento de unidad y fervor a la peregrinación. Con la iluminación de 20.000 velas de apepú y el acompañamiento de cánticos entonados por los Estacioneros Sagrado Corazón de Jesús de Areguá, la procesión alcanzó su punto culminante en la barraca.
En este espacio sagrado, los fieles presenciaron los cuadros vivientes iluminados, dando paso a momentos de reflexión y recogimiento. La jornada concluyó con un conmovedor concierto fúnebre en la iglesia local, donde un grupo de jóvenes ofreció su música durante la vigilia hasta la resurrección de Jesucristo.
En Tañarandy, la Pasión de Cristo se vive con intensidad, fusionando la fe, la tradición y el arte en una experiencia única que perdura en el corazón de quienes participan en ella.